28.7.09

Perros sin pasaporte.





No podés cortar el aire de esa manera, viejo anciano:

Subí al barquito de azúcar y volcá tu mente en el mar, un ratito, una relajación que sea simplemente el movimiento real de la imaginación, olor a jazmines experimentales, a placer bien enterrado en la sangre impura, cuál más. Kierkegaard es un pobre tonto comedor de manzanas livianas. Sabe de la Nada pero no de la Náusea, se cree panorama de una existencia realista, católico oloroso a barco de otoño desprendido de un ombligo demasiado exquisito, mientras tanto los primeros bocados quemados fueron para los arcángeles del delirio existencial.
Entonces nada existe salvo que el sueño, y si querés chupar la botella del vértigo, muy bien, estamos todos con la nuca en la náusea, y amás sólo cuando sentís el odio entre el beso y el caballito, hoy ya, mañana es, un desvanecer, creer es nacer al revés, un dedo doblado en el precipicio, cruzar el pucho con una pitada. No enchufarse la doctrina, no subirse la conducta moralista, no hablar con claridad, nada de ballet, contra todo el bien general, contra la pistola y el fetiche ordinario de la sociedad apestada de religión, burguesía abismal y dios político.

Acá comemos manzanas prohibidas, viejo feo, acá no nos importa el bien y el mal, ni la moral caspa, ni el qué, ni el cómo, ni el principio, ni génesis vestido de más génesis, ni la serpiente filosa, ni el sargento clandestino, ni las botas, ni el auto ladrón de calles, ni el radar helicóptero boom, ni el aviador, ni la sal, ni el botón, ni la leche, ni la mandarina, ni Aristóteles, ni Maquiavelo, ni el mono de la cosa romana, ni el perfume asqueroso del buen desayuno. Sólo nos importa el placer y el vuelo en relajación mental.

Hoy nos sacamos las pupilas y pateamos al rey glotón de la vulgaridad falsa.

Peperina en trance vanguardista.

10.7.09

5.7.09

Manjar.




Mientras los niños mascan un juego de cartas a cachetazos limpios,
la febril pareja femenina eleva voces de altar glaseado.
Hoy aquí, en noche y en postrado,
se hunde un nuevo escalón de tejidos bárbaros.
Intuyen y hurgan entre los rótulos de carne fría,
desdicha del claustro... la húmeda melodía.


Dave Sueños.

Personalidad esclava.

2.7.09

Anteojos plateados.

El té de despertar.




Y antes de quebrar mis pies
pude oír cómo la luna entraba en mi patio,
hundiendo en pastos sus tobillos,
cual como timbre manual en puerta.
Mi ojo de vela enfocando, dándose de su luz
y al oído, la creación de la anestesia
justo, en el segmento en que asome mi vista
a su brisa llena.

Dave Sueños.